Una noche como cualquier otra fui a mi cama, acostada en ella llegaron muchas ideas a mi mente, hace ya mucho tiempo he tomado un lápiz o colores y papel como herramienta para descargar energía acumulada por enojo, alegría , tristeza o simplemente para describir a esa persona que de repente capta toda mi atención.
Esa noche quería poder grabar todo lo que en ese momento pasaba por mi mente, me emocione y dije muy emocionada ¡si es hora de publicar lo que escribo! Y recordé cada palabra de una de las personas que admiro mucho porque había sembrado la idea en mi cabeza.
Salen a la luz documentos que simplemente alguna vez escribí con miedo de mi mala ortografía.
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